aspirando los mirtos en Granada.
Allí al son de sus aguas arrullada,
olvidará rueca, príncipes y fiestas.
Y es que anoche, en las Alpujarras,
se encandiló de un hippy estrafalario
que en el Suspiro del Moro le ha jurado
amor a la sombra de una parra.
Ay, la Bella sueña en este instante
que además de jamoncito de Trevélez
un puñado de jazmines trae su amante.
(No me dejó nada la muy maldita
ni jamón, ni perfume, ni varón,
solo un vaso de nieve derretida... )

Podéis descargar a la Bella y enviarnos el dibu coloreado.
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