Si esto es un hombre
La enfermedad os imposibilite,
Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.
Los que vivís seguros
En vuestras casas caldeadas
Los que os encontráis, al volver por la tarde,
La comida caliente y los rostros amigos:
En vuestras casas caldeadas
Los que os encontráis, al volver por la tarde,
La comida caliente y los rostros amigos:
Considerad si esto es un hombre
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rana invernal.
Quien trabaja en el fango
Quien no conoce la paz
Quien lucha por la mitad de un panecillo
Quien muere por un sí o por un no.
Considerad si es una mujer
Quien no tiene cabellos ni nombre
Ni fuerzas para recordarlo
Vacía la mirada y frío el regazo
Como una rana invernal.
Pensad que esto ha sucedido:
Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas al vuestros hijos.
O que vuestra casa se derrumbe, Os encomiendo estas palabras.
Grabadlas en vuestros corazones
Al estar en casa, al ir por la calle,
Al acostaros, al levantaros;
Repetídselas al vuestros hijos.
La enfermedad os imposibilite,
Vuestros descendientes os vuelvan el rostro.
“En un Lager, pensar es inútil”: así es como Levi describe su experiencia en Aushwitz, en su libro “Si esto es un hombre” (1976). El italiano Primo Levi (1919-1987) fue un judío que tuvo la desventura de presenciar desde muy cerca el mayor holocausto antisemita de la historia, ya que él mismo fue víctima directa de la Alemania nazi y de la Italia fascista. En el 1944, fue deportado al campo de Monowitz, subalterno de Aushwitz y allí permaneció hasta la llegada de los rusos en 1945.
La novela
narra las diferentes atrocidades que los esclavos del Lager tenían
que sufrir, con detalles concretos y citas verídicas. Además, sus
descripciones no están llenas de venganza y recriminación, como uno
podría imaginar; sino de análisis crítico y racional. El autor no
busca reprochar su desdicha a determinados individuos o mostrar al
mundo sus penurias personales, lo que él quiere conseguir es hacer
entender a los lectores cómo se puede sobrevivir en condiciones
absolutamente intolerables y evitar la depravación de la raza
humana. También aborda temas como el por qué la gente en Europa se
dejó llevar por los gritos macabros y asesinos de personajes como
Benito Mussolini o Adolf Hitler (entre otros); e intenta hacernos
comprender las circunstancias en las que judíos y no judíos se
vieron involucrados.
El detallado retrato de la cotidianidad de los presos de Aushwitz unido con la descripción de la sociedad del campo hacen de este libro una referencia internacional en la literatura italiana. Sin embargo, lo que más me emocionó del libro es la capacidad de Levi de poder relatar dichos detalles con total objetividad y raciocinio.
El detallado retrato de la cotidianidad de los presos de Aushwitz unido con la descripción de la sociedad del campo hacen de este libro una referencia internacional en la literatura italiana. Sin embargo, lo que más me emocionó del libro es la capacidad de Levi de poder relatar dichos detalles con total objetividad y raciocinio.
Dellabontá, 15 años
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