En muchas novelas, sobre todo destinadas al lector adolescente, la elección del propio nombre es un primer paso al reconocimiento de una identidad singular, diferente a la que esperan de nosotros los amigos, profesores y familiares. Algunos personajes cambian su nombre de sexo (Jorge por Jorgina, en Los Cinco, de Enid Blyton), o de forma (Babs por Wetti-Bárbara-, en el libro ya comentado Wetti & Babs, de Nöstlinger)... Sara y Joan, las protagonistas del libro que ahora comentamos, tienen una actitud más radical ya que los nombres que eligen (Tritón, Zorro) nada tienen que ver con los que les han dado; "renombradas", pueden entrar en un mundo de fantasía donde se liberan de su triste realidad.
No es nuevo el utilizar el poder de las historias para entender, asumir o soportar lo que nos rodea. Pero no podemos vivir encerrados en un mundo inventado, y para poder conectar ese mundo con la vida real, las chicas salvajes necesitan un escudo, una protección: "la pintura de guerra". Así, dirán la verdad, podrán comunicar sus preocupaciones, y decidir cómo quieren ser. Tampoco es nuevo el deshinibirse bajo un disfraz carnavalesco. Lo que este libro muestra es que la libertad de elegir tu nombre y tu máscara no solo sirve para escapar sino para vivir mejor.
¿POR QUÉ LEERLO? Porque hay que atreverse. Podemos volar de muchas maneras... Invéntate.
Chicas salvajes, Path Murphy | Marenostrum
2 comentarios:
guaaa!! me encanta el blog, por que siempre encuentro temas muy interesantes.
Graciassss, hemos visto el tuyo y te hemos dejado una petición para El Jefazo.
Gracias por la visita.
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