Nada más incómodo que la arena soplando en la cara, por no hablar de los cotilleos de las señoras, los balonazos y el tictoc de las paletas. No me he olvidado de los silbidos de los socorristas, pero a alguno de ellos, quién sabe por qué, se lo perdono (particularmente si es argentino…).
Sin embargo, nada más delicioso que la lectura en ese rinconcito de la piscina. Por ahí han pasado, meciéndose a la sombra de un árbol algo escuálido, personajes indispensables de El Señor de los Anillos, Crónicas de Narnia, Harry Potter, Crónicas de Spiderwick, Memorias de Idhun…: alguna vez hay que probar el placer de empaparse en estas historias y un caluroso verano es el momento ideal. El pasado, incontables sagas de vampiros descansaban su maldad sobre las toallas. Este año ha tocado zambullirse en el Japón medieval de la mano del hijo de un navegante inglés que sobrevive a un naufragio en las costas niponas. Leyendo la trilogía El joven Samurai | Chris Bradford | Ediciones B, los amantes del sushi, la filosofía oriental y las artes marciales encontrarán algo parecido al paraíso.
En el primer tomo, el choque de culturas, los esfuerzos del protagonista para adaptarse, la aparición de los maestros de la escuela samurai, guerreros ninja y otros personajes exóticos, mantienen nuestro interés, aunque el segundo libro, basado en el aprendizaje samurai, resulta algo flojo: ¡es fatigoso seguir la pormenorizada descripción de movimientos marciales!
En la última entrega de la saga, la más intensa e interesante, se plasma todo aquello que configura la esencia del guerrero samurai, incluyendo lel haiku (poesía), la meditación, el origami, y el bushido (código de honor). Es enternecedor el retrato de Yori, el guerrero diminuto de tamaño pero de espíritu superviviente. En esta parte de la historia, posiblemente la más violenta (un reparto de sangre que ya envidiaría Crepúsculo) disfrutamos de un mayor contenido histórico en el que no faltan la acción, los secretos inconfesables, las guerras racistas y religiosas, los actos de lealtad, traición e incluso amor, los procesos iniciáticos, las maldiciones, la búsqueda de identidad, la venganza, la maldad sin remisión, el sacrificio… ¡Una saga piscinera de las buenas!
De todas formas, existen lectores que no pueden pasar unas vacaciones sin magia. Pueden comenzar la saga escrita por una pareja de bibliotecarias entusiastas, y que debe su fama a los fans que la difundieron en foros de Internet. En el primer volumen Oksa Pollock y el descubrimiento de Edelfia | Cendrine Wolf + Anne Plichota | Planeta, conocemos a la peculiar familia Pollock, sus secretos y el mundo paralelo que tienen que recuperar, al tiempo que la adolescente protagonista, Oksa, apoyada especialmente por su abuela y su mejor amigo Gus, aprende a utilizar sus poderes mágicos (algunos de ellos, por cierto, muy semejantes a las herramientas ninja). Otro proceso iniciático a disfrutar al borde de la piscina.
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